A
continuación, el lector esta por leer un resumen de un texto escrito por Jordi
Busquet Durán en donde trata de clarificarnos el concepto de cultura. En
específico, Busquet desarrolla dos visiones sobre la cultura: la humanista y la
antropológica. Del mismo modo, nuestro autor explora la idea de la cultura como
estilo de vida.
Como introducción
Busquet nos aclara la complejidad del significado de la palabra cultura ya que
el propio término presenta un carácter polisémico; o sea que tiene muchos usos
y significados. Busquet cita a Raymond Williams para refirmar que el término
cultura es una de las dos o tres palabras más complicadas de la lengua inglesa.
Nuestro escritor no se complica, y más adelante nos presenta tres definiciones
de cultura que fueron desarrolladas por Williams.
Tres
definiciones de cultura
La
primera definición nos habla de la palabra cultura como aquella que hace
referencia a “la obra y la práctica intelectual” y especialmente a la actividad
artística.
La segunda
definición nos dice que el uso de la palabra cultura está relacionada con el
proceso general del desarrollo espiritual, estético e intelectual propio de un
grupo social concreto.
Por
último, Williams propone una tercera definición en donde amplia el concepto
diciendo que él considera la cultura como “una manera global de vivir”, o en
otras palabras, cultura como estilo de vida. Después de compartirnos estas tres
definiciones, Durán da paso a la concepción humanista de la cultura.
La
concepción humanista
Se nos
proporciona al menos seis características importantes de la cultura humanista:
1.
La cultura es selectiva: solo algunas actividades, con sus
respectivos resultados son dignas de ser reconocidas como culturales.
2.
La cultura es normativa: la cultura humanista tiene su
fundamento en la tradición, se pone de manifiesto la preocupación por la
excelencia.
3.
La cultura es carismática: esta concepción pone
atención en el talento y la inspiración que expresan directamente la
personalidad del artista.
4. La cultura es el fruto de un largo proceso educativo: la formación personal
es posible gracias al proceso lento educativo que tiene lugar en la familia y
en la escuela, y que permite a los individuos apreciar las obras de arte.
5. La cultura genera jerarquías sociales: las personas cultas
son las que están mejor preparadas para apreciar la alta cultura, la cual
cuenta con una sólida tradición.
6. La cultura es frágil y vulnerable: la cultura se puede ver amenazada por la tecnología, el mercantilismo y la banalización del arte.
Como conclusión el humanismo ha desarrollado posiciones de carácter elitista pero también algunas ramas del humanismo han defendido una concepción mucho más abierta y democrática de la sociedad y de la cultura.
Posterior al desarrollo
de la visión humanista, Durán nos presenta la concepción antropológica. Como
pudimos darnos cuenta, la concepción de cultura que disfruta de más tradición
es la humanista aun así nuestro autor resalta que a finales del siglo XIX, la
naciente antropología otorgó un nuevo significado del concepto original
logrando así ampliar y complementar la significación anterior.
La concepción
antropológica
No hay que perder de
vista que el centro de atención de la antropología son las prácticas humanas en
general, no solo las prácticas “más nobles”. En este sentido, la cultura es la
forma de vida de una sociedad.
En palabras de Durán,
la cultura se puede comprender como el establecimiento de unas prácticas
mediante las cuales los hombres responden activamente a las condiciones
específicas de su existencia social y se adaptan a las relaciones sociales que
van experimentando en medio de unas formas de vivir, pensar y sentir
considerablemente variadas y estructuradas.
De forma complementaria
a esta definición Durán nombra características importantes de la cultura
antropológica:
1.
La cultura es constitutiva: todos los seres
humanos tienen la necesidad de formarse culturalmente.
2.
El ser humano es un ser biológico: el hombre continúa
desarrollándose biológicamente una vez que ha establecido una determinada
relación con el ambiente.
3.
Las formas culturales tienen un carácter histórico: el hombre no es un ser
acabado, sino que se produce a si mismo a lo largo de la historia.
4.
Las formas culturales tienden a objetivarse: las instituciones
proporcionan maneras de hacer que marcan el comportamiento de las sociedades.
5.
La cultura es aprendida: la cultura se adquiere mediante el
proceso de socialización.
6.
La cultura está integrada por un sistema de símbolos: esto le da un carácter
arbitrario y convencional.
7.
Toda cultura tiene un carácter público: las formas culturales
son compartidas por una comunidad de vida más o menos homogénea.
8.
Toda cultura es particular: toda cultura se define
en referencia a un grupo social que vive en unas circunstancias temporales y
especiales concretas.
9.
La cultura es plural: hay tantas culturas como grupos
humanos.
10.
Existen una serie de culturas universales: pese a las diferencias
existen una serie de rasgos compartidos por todas las sociedades.
11.
La cultura es relativa: la antropología aplica el relativismo
cultural como principio metodológico en sus estudios empíricos.
12.
Las formas culturales son esencialmente híbridas: el mestizaje es
consustancial a la cultura de todos los grupos humanos.
Finalmente, después del
desarrollo de la perspectiva antropológica, Busquet nos habla de la cultura
como estilo de vida. Nuestro autor nos dice que esta noción es muy importante
en la sociedad actual ya que con ella se tratan fenómenos como las culturas
juveniles o la cultura fan.
Actualmente se trata de
un término que disfruta de un uso amplio y variado, utilizado tanto en el campo
de la sociología, así como en la investigación de mercados. Busquet nos
recuerda que en el ámbito de las ciencias sociales Max Weber fue quien utilizó
de forma precisa este concepto.
Weber al hablar de los
grupos de estatus dijo: “Por lo tanto, podemos decir que las clases se
estratifican de acuerdo con sus relaciones con la producción y la adquisición
de bienes, tal y como viene representado por estilos de vida particulares”.
Otro autor que Busquet
utiliza para profundizar en esta definición es a Pierre Bourdieu el cual
sugiere la noción de habitus. El habitus se define como una
segunda naturaleza de origen cultural que orienta las elecciones que se hacen
relativas a los espectáculos que se disfrutan.
Para Bourdieu el habitus
se encuentra en el corazón de un estilo de vida de un grupo en particular.
Considera que los gustos y formas de comportamiento, que están en el centro de
un determinado estilo de vida pueden actuar como indicador para ubicar la clase
social de procedencia.
Como conclusión, Busquet
retoma el problema central que plantea el estudio de la realidad cultural: la
ambigüedad y la falta de rigor al momento de usar la palabra cultura.
Nuestro escritor nos
aconseja ser cautos ya que la ambigüedad es provocada por el uso de acepciones
antropológicas muy amplias y las humanistas muy restrictivas del término.
Hay que tomar en cuenta
entonces que la confusión de ambas nociones puede resultar particularmente
elitista ya que cuando hablamos de cultura, nos referimos a los productos
selectos de la alta cultura y a la vez pretendemos que estas
formas culturales se expandan en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
Alebrije Foto propia |
Bibliografía
Durán, J. B. (2006). Reflexiones en
torno a la concepción humanista y antropológica de la cultura. Questiones
publicitarias, (11), 95-109.
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