Hierbe el agua, Oaxaca, México. Foto propia. |
¿Quiénes
somos los mexicanos? Esta pregunta podemos responderla de muchas maneras, pero
a continuación presentaremos la respuesta y análisis que hace Lourdes Arizpe
respecto a la identidad de los mexicanos.
A modo de
introducción, Arizpe nos hace recordar que México es el cuarto país del mundo
en biodiversidad y no por coincidencia. Gracias a la ubicación geográfica de
México, nuestro país es una nación megacultural; nuestra nación ha recibido la
llegada de una gran diversidad de culturas de todos los puntos cardinales y es
por eso que la riqueza cultural siguió floreciendo aún después de la llegada de
los españoles.
Nuestra
autora considera a la cultura como un acto de libre decisión ya que esta se
conforma de relaciones en las que intervine la libre decisión de las personas
de asumir, portar y practicar un comportamiento cultural. Sin embargo, así como
la cultura puede ser utilizada para unir también puede dividir. Bien dice
Arizpe que los fundamentalistas, como los islamistas, son incapaces de aceptar
las diferencias de otras culturas; tanto así que son capaces de destruir con
tal de imponerse sobre los demás.
Los
mexicanos habitamos todos los días con nuestra historia, pero la pregunta sigue
siendo ¿Quiénes somos los mexicanos? La antropóloga Arizpe cita las palabras de
Alfonso Caso: “un indio es el que se siente indio.” Por lo que un mexicano es
el que…
México:
la tierra de la libertad cultural
Todas las
culturas que ha albergado nuestra nación han marcado nuestra historia, hoy en
México se hablan trescientos sesenta y cuatro variantes de lenguas
mesoamericanas, que forman parte de ciento diez agrupaciones lingüísticas
pertenecientes a tres familias de lenguas: la yuto-azteca, la oto-pame y la
maya. Sumado a eso también las aportaciones de los africanos con las variantes
del bantú y el mandingo; que formaron la tercera raíz del país.
Bien lo
describe Arizpe, este intenso intercambio entre culturas ha sido posible porque
a lo largo del siglo XX se insistió en crear nuevas culturas y corrientes de
arte y patrimonio cultural. El Estado mexicano auspició y defendió el
desarrollo cultural, dejándolo en manos de los propios mexicanos para hacerla
florecer.
México:
el cruce constante de arte y culturas
Gran
número de mexicanos contribuyen a la vida cultural y artística de otros países.
Los mexicanos que viven en el extranjero han creado y recreado movimientos
culturales que renuevan la cultura mexicana. Un ejemplo muy famoso pueden ser
los artistas chicanos, ellos recuperan el muralismo y símbolos fundamentales
(como la Virgen de Guadalupe) de nuestro país para después reinsertarse en la
sociedad norteamericana con una identidad propia.
Arizpe
nos dice que, en el séptimo arte, abundan las celebridades como en el caso de
Salma Hayek. Salma es actriz, productora de cine sobre México, ahora promotora
de arte contemporáneo. Guillermo del Toro es otro galardonado por sus
películas. Y la lista continua con Gael García Bernal, Diego Luna, Patricia
Riggen; lo que comparten estos artistas mexicanos y otros más es que todos son
galardonados por una de las características mas notables de la cultura de
México: su gran internacionalismo.
Influencia
cultural de México en el ámbito internacional
México ha
tenido una influencia cultural en el exterior, los aportes al estudio del
patrimonio cultural que se han hecho en nuestro país le dan originalidad a la
política cultural mexicana tanto así que otros países la han reconocido como
una gran labor. Durante el siglo XX acontecieron eventos de los cuales los
mexicanos podemos sentirnos orgullosos. Por ejemplo:
En 1963
se inauguró el Museo Nacional de Antropología e Historia de México, evento que
causó revuelo a nivel internacional. Con esto México quedó integrado a la gran
corriente mundial de protección del patrimonio cultural en el primer lugar.
En 1972
los arqueólogos y arquitectos mexicanos tuvieron una participación en la Lista
del Patrimonio de la Humanidad, esto constituyo un aporte fundamental para la
Convención Internacional para la Protección del Patrimonio Natural y Cultural
aprobada ese año.
Y en 1982
en la Ciudad de México se lleva a cabo la Conferencia Intergubernamental sobre
Política Cultural, llamada Mondiacult, que consolido las bases para que los
estados crearan políticas de apoyo a grupos indígenas, a artistas, a autores y
promotores culturales.
El
talento mexicano aún brilla en el ámbito internacional, sin embargo, nuestra
autora hace una observación importante y es que México ha perdido liderazgo
cultural ya que ahora ha sido pasado a Brasil, Colombia, Perú y otros países
latinoamericanos.
Mexicanidad
y cosmopolitismo
La
investigadora Arizpe nos dice que hay muchos criterios que pueden caracterizar
la cultura mexicana, pero son tres los principales los que sobresalen: la
monumentalidad, la originalidad y la creatividad.
Hablando
específicamente de la monumentalidad, esta se hace evidente en las pirámides de
las culturas antiguas, con sus grandes basamentos; también en el muralismo
mexicano vemos expresada esa característica. La originalidad y creatividad de
lo que inventamos los mexicanos se percibe de igual modo en la constante
renovación de las artesanías.
Los
migrantes mexicanos: la identidad desde lejos
La
migración de mexicanos a Estados Unidos responde a motivos económicos, muchos
van a buscar empleo y una mejor calidad de vida, a pesar de eso los migrantes
mexicanos no rechazan su nacionalidad ni su cultura al contrario siguen
arraigados a sus costumbres y a sus pueblos. Bien dice Arizpe que la cultura
mexicana no se detiene en las fronteras, ni geográficas, ni cibernéticas ni
imaginarias.
En
algunas encuestas hechas a los migrantes mexicanos, se les pregunta que les
gusta o con que se identifican de México y ellos responden que se identifican
con la historia, las tradiciones, las fiestas, el patrimonio cultural y la
gastronomía. Nuestra autora nos dice que existe entre los mexicanos una
constelación de códigos identitarios:
La
tierra: No solo se refiere a nuestras playas o sierras llenas de color sino
también a toda la combinación arquitectónica de las calles con los edificios de
las ciudades; o de esos rincones escondidos donde luego encontramos pinturas
urbanas.
La
historia: Los mexicanos convivimos diario con nuestra historia, ya sea
visitando las iglesias, o las pirámides, el Monumento a la Revolución,
admirando el castillo de Chapultepec desde la avenida Reforma; pero no solo
convivimos con este patrimonio físico sino también con uno intangible que
encontramos en las danzas, en el himno nacional, etc
Y por
último la convivencia: Es esa convivencia cálida que vemos en las ferias, en
las fiestas, en los desfiles. Es esa sonrisa o abrazo que brindamos al dar
nuestra ayuda o recibimiento. La convivencia es la hospitalidad que los
mexicanos ofrecemos a los demás.
Los
retos: las lealtades múltiples y las redes globales
Finalmente,
se nos plantea una visión actual en donde la cultura mexicana, gracias al
creciente mercado, al avance de internet y las redes sociales, se enfrenta a
ciertos retos que requieren de la protección del patrimonio cultural. Varios
sucesos han demostrado que las tecnologías pueden “burlar” las capacidades de
las instituciones educativas, legislativas y políticas nacionales, y no pueden
contenerse sus impactos psicosociales, políticos y culturales.
Nuestro
país sigue rezagado en la solución de algunos problemas culturales y ahora hay
que agregar aquellos nuevos escenarios que está propiciando el internet. Ante
este nuevo panorama, donde los espacios de convivencia de los mexicanos se
tornan diferentes, se tienen que plantear nuevas estrategias que promuevan y
protejan el patrimonio cultural en toda su gama.
Como conclusión contundente, nuestra antropóloga, nos dice que el reto es defender el talento mexicano y exigir libertad de pensamiento y de creación que es nuestro principal patrimonio cultural.
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